En momentos de epidemias y/o pandemias, producidas por un nuevo agente infeccioso y antes de disponer de una vacuna efectiva para evitar la enfermedad; la información es fundamental para evitar su propagación, por ello, todas las personas deben estar informadas acerca del nuevo coronavirus (COVID-19), el cual causa infección respiratoria en humanos y se puede trasmitir de persona a persona. El virus se identificó por primera vez durante la investigación de un brote en Wuhan, China, a finales de diciembre de 2019, donde se han presentado la mayoría de los casos. Para el día 16 de febrero de 2020, los casos ascienden a 68.500, se han presentado casos en 27 países, la mayoría importados de personas que han viajado a China. Cuando aparece un nuevo agente infeccioso, todas las personas son susceptibles a infectarse, sin embargo, algunos grupos poblacionales son más vulnerables a la enfermedad: ya sea porque la información no les llega en forma oportuna, tienen un sistema inmunológico debilitado, enfermedad coexistente (diabetes, hipertensión arterial, neoplasia, sida, etc.) o pertenecen a grupos especiales como embarazadas, niños y tercera edad, entre otros.